Desde que empecé a preparar la OEP para entrar en ADIF tuve una cosa clara: estudiarse 15-16 leyes directamente sacadas del BOE, aunque tengas experiencia manejando textos legales, es algo tremendamente árido y complicado. Un conocido que ya había sacado la plaza con ellos me habló de la academia Oposiciones Técnico Ferroviario, vi la calidad de su material (resúmenes, esquemas, tests, etc) y ni siquiera miré otras opciones. Tenía claro que necesitaba un preparador para esta oposición y no me equivoqué cuando opté por ellos. Pocas veces he tenido la sensación de haber gastado tan bien el dinero. Desde el minuto 1 han estado ahí para echarme una mano a lo largo de este largo proceso y lo más importante, ayudando a alumnos como yo, que llevaba más de 15 años sin tocar un libro, pasando los 40 y con la memoria y la retentiva ya flojeando, a saber distinguir lo más importante del temario y centrar ahí mis esfuerzos. También con esos pequeños trucos y reglas mnemotécnicas tan necesarias en un examen tipo test como al que nos enfrentábamos (72 preguntas en 60 minutos). Y por supuesto con los simulacros, ese golpe de realidad y ese espaldarazo que necesitas en una oposición, que es una auténtica montaña rusa emocional. Incluso el día del examen, ahí estuvieron, echando el día y sufriendo con nosotros, dándonos buenos consejos y resolviéndonos esa clásica duda que te martillea la cabeza después de haber hecho el examen. Gracias especialmente a mi tutora, por su apoyo y sus palabras de ánimo. Siempre cercana, siempre positiva, siempre constructiva. Por supuesto no me olvido del resto del equipo, excelentes profesores cada uno en las diferentes áreas. Gracias a vosotros también por el granito de arena que me habéis aportado para conseguir mi plaza en ADIF. Mi agradecimiento para siempre a todo el equipo de Oposiciones Técnico Ferroviario.