Siempre me he considerado una persona muy técnica pero que le cuesta memorizar. Cuando un amigo me comentó que salían plazas en ADIF era reticente a presentarme porque no me veía capaz de, a mis años, ponerme a memorizar leyes y reglamentos.
Entonces pensé en una academia y el azar me trajo hasta aquí. Lo mejor de esta academia es que las clases la dan gente que ha pasado por lo mismo antes que tú, por lo que saben qué dudas se plantean y la respuesta de todas ellas en cada momento. Ellos te conducen por los contenidos de manera que entiendes la lógica de lo que estás estudiando, y por mi forma de ser, ésta es la forma correcta de estudiar.
Gracias por vuestra dedicación y el buen trabajo realizado.